La atención médica a domicilio ofrece una amplia gama de beneficios que la hacen una opción preferible para muchos pacientes. Según un estudio publicado en Annals of Internal Medicine, los pacientes que reciben atención hospitalaria en casa muestran tasas de mortalidad más bajas y una menor necesidad de reingresar al hospital. Este tipo de atención permite a los pacientes permanecer en un entorno familiar y cómodo, lo cual puede mejorar significativamente su bienestar emocional y físico. Además, al recibir atención en casa, los pacientes tienen una transición más fluida hacia su recuperación post-hospitalaria, ya que los profesionales de la salud pueden educarlos y ayudarlos a adaptarse a sus rutinas diarias desde el inicio.
Otro beneficio clave es la personalización del cuidado; los profesionales pueden identificar y abordar factores en el hogar que podrían afectar negativamente la salud del paciente, como la nutrición o las condiciones del entorno. En resumen, la atención médica a domicilio no solo es eficaz y segura, sino que también mejora la calidad de vida de los pacientes al ofrecer un cuidado más holístico y personalizado.